El tiempo es el ladrón de la memoria

lunes, 22 de agosto de 2011

Tres meses sin mi felicidad diaria.

Ayer hizo tres meses desde mi última verdadera sonrisa... ¿porqué todo pasa tan despacio cuando echas de menos algo que te acompañó cinco años? El vacío que dejó marchita mi pecho en un desahogo de llantos y lágrimas, y aunque puedan volver algo dentro sabrá que no será lo mismo. Tres meses sin sonreír de verdad... eso es lo que me costó vuestra marcha. Tres meses sin mi dosis de felicidad diaria...